expresar tus pensamientos, sentimientos y necesidades de forma clara y respetuosa, creando un espacio de diálogo abierto y constructivo.
profundizar en tu capacidad de escuchar con atención y comprensión, fortaleciendo tus vínculos con quienes te rodean.
manejar desacuerdos desde un lugar de entendimiento mutuo, transformando el conflicto en una oportunidad de crecimiento.